Institutos y centros de enseñanza
La infancia y la adolescencia son las dos principales etapas donde se afianza la personalidad del individuo. Es precisamente en este periodo crítico donde más vulnerables somos a influencias potencialmente negativas: drogas, adicciones a nuevas tecnologías, choque generacional, conflictos violentos intrafamiliares…
Los centros enseñanza y la familia son los principales lugares donde detectar si algo no va bien: cambios de actitud, malas calificaciones, absentismo escolar…
Todo abordaje terapéutico que se haga en este periodo prevendrá y corregirá cualquier vivencia que trunque un buen desarrollo psicológico basado en el afecto y las vivencias positivas.
Nuestro trabajo va encaminado a apoyar a los jóvenes con dificultades para ayudarles a superar estas situaciones. También ofrecemos atención a las familias, que en muchos casos requieren de un espacio propio para expresarse y dialogar.